sábado, 14 de noviembre de 2015

Caligrafía

Había que escribir con un alto grado de perfección.
No se permitía una lapicera con tinta roja.
Las letras debían estamparse con elegancia.
No se podía borrar ni subrayar.
O confundir un punto con una coma.
Tampoco usar el signo de exclamación.
En cierto modo, había que plagiar a los antiguos dioses.

viernes, 14 de agosto de 2015

El mago


El mago es capaz de elevar por los aires
grandes objetos como camas o ataúdes.
De vaciar por completo una iglesia católica
o un estadio de fútbol.
De frenar un temible ejército invasor
o una manada de animales en celo.
El mago es capaz de cambiarse de sexo
o simplemente de color de piel.
De hacer desaparecer las pirámides
o la gran muralla china.
De que un hombre se enamore por primera vez
de un jovencito o de una jovencita.
El mago es capaz de volar a través de las nubes
tal como un cóndor o un aeroplano.
De enseñarle a meditar a un asesino en serie
o a un agente de la policía secreta.
De conversar animadamente con quienes agonizan
o con los mismos muertos.

viernes, 30 de enero de 2015

El libro que quiere ser escritor

El libro está cansado de ser libro.
De ser siempre escrito por otros autores.
Sobre todo cuando no comparte sus relatos.
El libro quiere salir de la solemne biblioteca.
Conversar sobre el origen del universo.
Y sobre el destino de occidente.
El libro quiere escribir como un condenado.
Poseer el encanto de García Lorca.
Y la maestría de Nicanor Parra.
El libro quiere escribir en otro libro.
Por ejemplo, sobre la conciencia religiosa.
Y sobre los misterios de la neurociencia.
El libro quiere trascender más allá de sus páginas.
Sentir en carne propia la pasión por la escritura.
Y amar con locura a otro libro.